Antes de juzgarte a ti mismo por juzgar a otro, considera esto: Es bueno que esto suceda porque se está activando algo dentro, una parte de ti que pide corrección. Recuerda lo que escribí en El Poder de la Kabbalah: La Luz nos rodea con espejos que reflejan lo que nuestra alma necesita corregir.
Hoy ¡No odies el espejo! Enfócate en lo que se presenta para ti. Verás que mientras comienzas a trabajar en tu reacción, y en encontrar su causa oculta, el juicio desaparecerá y el entendimiento tomará su lugar.
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