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domingo, 26 de julio de 2009

ELEVATE COMO EL AGUILA










La contemplación en el rayo azul confiere férrea voluntad y precipita justicia divina, elevando la baja frecuencia de vibración de todo tipo de injusticia humana.

Cuando se proyecta la voluntad Divina, el ser se eleva a lo espiritual.

La irradiación de la contemplación en el rayo azul confiere buena voluntad y aporta, a quien lo recibe la capacidad de gobernar su vida en forma inteligente.

En los primeros tiempos de la humanidad y durante casi 2.000 años fue dirigido el rayo azul sobre el mundo. Este es uno de los motivos por el cual se lo denomina el primer rayo de manifestación Divina.


A través de la poderosa voluntad de Dios en el rayo azul, germinaron las primeras simientes humanas. Hasta el día de hoy sigue descendiendo este poderoso rayo aunque no con tanta fluidez, a través de la voluntad de los hijos del altísimo; haciendo uso de su libre albedrío, el hombre puede optar en estos tiempos, por invocar este rayo para el crecimiento personal o para ayudar a toda la humanidad.


El rayo azul es la propia voluntad del Padre manifestándose autosostenidamente en forma siempre constante. Es uno de los rayos de mayor frecuencia de vibración. Esto hace que cuando es realizada la contemplación del rayo azul y es dirigida hacia cualquier situación, esta tienda indefectiblemente a polarizarse en su aspecto positivo y verdadero.

Dice el manú (señor) de nuestra raza: “El gobierno y dominio de sí mismo es la felicidad. El dejarse dominar por los propios instintos o la voluntad de otros es desdicha.”

Este Rayo contiene la VOLUNTAD DE DIOS. La humanidad se ha olvidado que, LA VOLUNTAD DE DIOS ES SIEMPRE EL BIEN y distorsionó este Rayo atribuyendo a la voluntad de Dios una condición negativa.

Así vemos que cuando ocurre algo triste se suele decir: fue la voluntad de Dios.

La voluntad de Dios nunca es negativa.

La voluntad de Dios es AMAR.

L a voluntad de Dios es PAZ.

La voluntad de Dios es que NOS AMEMOS LOS UNOS A LOS OTROS.

Quienes realizan como servicio la contemplación en el rayo azul no esperan que las circunstancias y sucesos los impulsen a la acción, sino que toman la vida material como un hermoso lograr donde realizar metas. Son altamente intuitivos, puesto que deliberadamente emplean sus facultades psíquicas y emotivas para llevar sus ideas a la acción.

Las personas pertenecientes al Rayo Azul ostentan una apariencia de energía ilimitada y una gran fuerza de voluntad.

Ellos son los que concretan grandes logros.

Les gusta la acción, son ejecutivos y gobernadores natos y son capaces de manejar varias actividades a un mismo tiempo.

Cuando los individuos del primer Rayo no están muy evolucionados, el empuje o energía de ellos suele resultar desagradable para las demás personas y si no se dejan guiar por el Rayo Rosa del Amor pueden convertirse en peligrosos tiranos.

La nota predominante que confiere la contemplación en el rayo azul es el dominio de sí mismo, logrando un vigoroso sentimiento del yo, denotando una firmeza de voluntad que trasciende toda circunstancia.

Este conocimiento intuitivo de la propia divinidad, mueve al hombre a decir “quiero”, aunque no se sepa qué hacer para obtener y realizar su objetivo porque se tienen la infalible intuición de que su “YO SOY” será el absoluto poder que concretará su deseo.


La característica de la voluntad es el llegar a un fin por todos los medios posibles, es decir, mantener en acción la mente hasta encontrar el sendero a la meta anhelada.


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